lunes, 15 de septiembre de 2014

El Ser Humano de inicios del Siglo XXI un moderno Gaspar Hauser

Estimados amigos, hoy quiero escribir acerca de la situación psico - social en la que percibo al Ser Humano al inicio de este tan esperado Siglo XXI. El título habla por si mismo "el Ser Humano como un moderno Gaspar Hausser" y sin duda lo primero que tengo que hacer es explicar quién fue Gaspar Hauser y por qué lo considero una metáfora del hombre actual. Vamos allá.
 En 1815 apareció en una de las plazas de Nuremberg un joven de alrededor de 18 años el cual permaneció más de dos horas parado, casi inmóvil y con los brazos levemente alzados al cielo. Para los vecinos de Nuremberg -que a la sazón era un pueblo pequeño- este extraño hecho no podía pasar desapercibido, por lo que algunos de ellos decidieron abordar al joven.  Al hacerlo se dieron cuenta de que el muchacho era absolutamente desconocido para todo el pueblo, pero lo más extraño era que al parecer no tenía ninguna noción de lo que era el mundo que le rodeaba. Como pudieron constatar a medida que lo iban conociendo, no sabía caminar, no sabía hablar, ni conocía ninguna regla de interacción con los demás hombres. Era tal su desconexión con el mundo, que por ejemplo, se asustaba de su propia sombra, o trataba de tomar el fuego con las manos -con lo que naturalmente se quemaba como cualquiera -, o se le podía acercar algo punzante en forma violenta a los ojos sin que él tuviera  ningún tipo de  reacción refleja o consciente.
Otro hecho que mostró su falta de relación con el mundo fue que a la mañana siguiente de su aparición, al despertar en un cuarto que el ayuntamiento de Nuremberg había dispuesto para él, posó su mirada en una ventana que se encontraba a más de 5 metros de donde él estaba y a través de la cual se podían ver algunos árboles del paisaje circundante.   Entonces y para sorpresa del guardia que lo cuidaba, desde donde el joven estaba acostado estiró su mano para tomar lo que  veía a través de la ventana.  Es decir, no tenía ni los más mínimos conceptos de espacio, perspectiva y distancia. Podía ver además en la más absoluta oscuridad y tenía una relación maravillosa con los animales.  La sensación era de que este joven -al cual se le puso por nombre Gaspar Hauser- de pronto se había materializado en nuestro mundo, lugar del cual no sabía ni conocía absolutamente nada.

Durante varios años se investigó su vida hasta antes de su aparición a los 18 años, para lo cual, en la medida que él empezó a convivir con los demás hombres, se contó con su total colaboración. En el intertanto aprendió a leer y a escribir. En esta convivencia -que duró sólo 4 años, pues fue asesinado  - demostró una gran inteligencia y una infinita bondad. Las investigaciones concluyeron que Gaspar Hauser  fue encerrado -nunca se supo por quiénes ni con qué motivos- a la edad de tres años en un cuarto totalmente aislado del mundo, en la más absoluta oscuridad y silencio. Esto le significo no percibir nunca a ningún otro ser humano, ni ruidos, ni luz, es decir, nada. Era  además un cuarto -que él mismo reconoció cuando descubrieron la casa- en el que a un adulto le era imposible estar de pie.  Para alimentarlo y asearlo le echaban un fuerte somnífero en el agua que le dejaban, y una vez que lo sabían dormido podían hacer lo necesario para que el joven siguiera habitando dicho lugar, sin que él se diera cuenta de que afuera existía un mundo entero. La casa estaba ubicada en las afueras de Nuremberg y los vecinos sólo pudieron decir que al parecer ahí vivió durante muchos años un matrimonio de ancianos que nunca nadie conoció personalmente.

Gaspar contó que un día se “abrió” la oscuridad y apareció un algo -uno de sus celadores naturalmente- que luego de enseñarle durante un par de días algunas cosas mínimas,  lo llevó entre caminando y arrastrando a la plaza en la cual fue descubierto por los vecinos, donde le abandonó.
 
Por favor cierren los ojos un momento y traten de revivir la experiencia de este niño, como él la vivió y verán que es algo aterrador. Para completar el misterio hay que decir que nunca fueron descubiertos ni sus raptores, ni sus celadores,  ni sus asesinos, ni tampoco se llegó a resultados concluyentes respecto de las razones de tan inhumano y extraño tratamiento.

 Y así como Gaspar Hauser vivió encerrado durante 15 años, sin saber que a sólo 5 centímetros (el espesor de las paredes de su celda) había un mundo maravilloso, la gran mayoría de los hombres actualmente vive encerrado en una caja psico - social similar sin saber que también a "5 centímetros" (o delante de sus narices) existe un mundo maravilloso que al igual que Gaspar Hauser pasan lo mejor de su vida (o toda su vida) perdiéndoselo. Como toda caja tiene 6 lados (piso, 4 paredes y tapa). En mis próximas 6 entradas a este blog describiré cada uno de estas 6 partes de la caja y en una última entrada, la 7°, describiré el mundo que los hombres así atrapados se están perdiendo.

Un abrazo a todos.         

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