jueves, 19 de septiembre de 2013

El principio basal de la Historia Humana

En estos días de elecciones presidenciales en Chile, en los cuáles además se avizora un cambio en la coalición gobernante, desde la derecha a la centro – izquierda, se vuelve a representar con fuerza extrema el principio sociológico que está presente como piedra angular en el devenir de toda la historia del hombre en la tierra. Este es la búsqueda de la dominación económica, social, política, religiosa y cultural de un grupo minoritario sobre el resto de los integrantes de la comunidad. Esta última puede ser desde una tribu hasta el mundo entero, pasando por países, regiones y continentes.

Para que no se me malentienda que por ejemplo quiero despertar viejos conceptos como la “lucha de clases” o que los “malos” dominan a los “buenos”, deseo aclarar que a mi juicio el principio que planteó es parte de lo animal que subyace en todos nosotros y por lo mismo lo podemos ver al interior de cualquier especie (en cualquier manada existe una elite que domina al resto, piense en los lobos por ejemplo), como en la interacción de una especie con las demás (podemos ver como los Leones por ser más fuertes le quitan las piezas que han cazado con mucho esfuerzo por ejemplo los guepardos).

En la historia humana este principio se ve claramente reflejado en casos como los siguientes:

1. El Imperio Romano. Siglos III a.c al III d.c. 
Roma subyugó en su beneficio a todo lo que hoy es Europa Occidental, buena parte de Asia y toda la costa del Mediterráneo. Todos los pueblos conquistados debían pagarles tributo de diversas formas (oro, soldados, esclavos, etc.). A su vez al interior de Roma la elite estaba constituida por las familias Patricias o nobles que ostentaban todo el poder y los medios sobre el resto de sus conciudadanos, también  romanos, y el de la administración del imperio.

2 . Los imperios coloniales europeos de los Siglos XVI al XX (Español, Inglés, Francés, etc.)


En cada uno de estos se muestra clara y brutalmente el aprovechamiento que hicieron de sus respectivas colonias estos países. Desde la trata de esclavos, hasta el robo de sus riquezas naturales. El oro de América por España; las especias y diamantes por ingleses y franceses en África y Asia. Los belgas tampoco se quedaron atrás llevándose todos los diamantes que pudieron del Congo Belga. A su vez al interior de cada uno de esos países había (y hay) una élite que dominaba al resto de los conciudadanos.


3. Sudáfrica.
Este es uno de los casos más terribles, puesto que acá el principio que motiva este artículo se llevó al extremo de separar en todo sentido (físicamente, socialmente, económicamente, etc.) a blancos de negros. Este hecho estuvo inspirado en las ideas Nazistas de Hitler y sus secuaces. Cabe señalar que no todos los blancos estaban de acuerdo, pero acá aparece la otra cara del mismo principio: una elite domina también al resto de sus iguales y las obliga a transformarse en cómplices de algo en lo que no están necesariamente de acuerdo.

4. Ruanda: Matanza de los Tutsis por los Hutus. 

Las imágenes de la matanza de los Tutsis, que eran minoría, por los Hutus que hace algunos años nos horrorizaron, fueron el resultado de años de dominación de los Hutus, que eran campesinos, por los Tutsis que constituían la elite educada y que ostentaba los medios y el poder. La crisis se produjo cuando los Tutsis llegaron a ocupar tantas tierras para sus animales (que son la base de la riqueza en ese país) que los Hutus ya no tenían como vivir dado que eran campesinos. Cabe señalar obviamente que fue hábilmente explotada esta presión por los “encapuchados” de siempre que anhelaban tomarse el poder para hacer lo mismo de siempre: el dominio de ellos sobre los otros.

5. Imperios de U.S.A e Imperio Soviético (Siglos XX y XXI). 

En ambos casos más de lo mismo: cada uno reinó y dominó (y de distintas formas lo siguen haciendo) sobre vastas regiones de los distintos continentes, jugando al ajedrez con el resto de los países. Objetivo de ambos: dominar el mundo en su beneficio. A su vez en ambos casos tanto en Rusia como en U.S.A. existen elites dominantes que operan sobre sus propios conciudadanos.

6. Cuba de los Castro y Chile de Pinochet 


En ambos casos se parte con la declarada buena intención de salvar al país (A Cuba de los gringos y a Chile de los rusos). A su vez ambos personajes, no obstante lo bueno que puedan haber hecho por sus respectivos países, se transforman en dictadores dispuestos a todo con tal de no perder el poder. Pinochet a pesar que llamo a un plebiscito, ni en sus peores pesadillas pensó que podía perderlo, como finalmente sucedió. Por otro lado los Castro parecen haber quedado ciegos y sordos (no mudos) que no ven en el atraso que tienen a su país.

La pregunta final que uno debe hacerse es ¿Hay maldad en este deseo de dominación de unos por sobre otros? La verdad es que no necesariamente puesto que es algo que subyace en cada uno de nosotros, como el impulso sexual o el de sobrevivencia. Será aplicado con maldad o bondad dependiendo de quién lo aplique. Es así como podemos encontrar líderes que hasta donde les fue posible trabajaron por el bien de sus pueblos como por ejemplo Augusto en Roma, A. Lincoln, JF Kennedy, Gandhi, Nehru, Indira Gandhi, Vaclav Havel, Lech Walesa y Gorbachov.   

Como reflexión final cabe señalar que en la medida que el hombre evoluciona, el mundo camina lentamente hacia la muerte de principios como este. Y así como en Occidente ya fue superado el principio de “ojo por ojo, diente por diente”, también llegará el día en que este principio sea superado. Esto no pude imponerse por decreto puesto que el hombre en ninguna parte del mundo está preparado para ello y hacerlo resultaría tan precipitado como lo fue de alguna manera la Revolución Francesa pregonando la libertad, la igualdad y la fraternidad en un mundo que dos siglos después aún no está preparado para ellos.

Ligando toda esta reflexión con las elecciones en Chile, cuando alguien me pregunta respecto a por quién voy a votar se me vienen a la mente las constantes descalificaciones de los bandos entre sí y veo a los mismos de siempre prometiendo lo que o no pudieron hacer cuando estuvieron a cargo o nunca podrán hacer ya sea por incapacidad demostrada o porque va contra sus propios intereses, veo este principio actuando desde las sombras en su máxima expresión. Lo triste de esto es que a los de derecha les parezco de izquierda y a estos últimos de derecha, puesto que no logran comprender que lo que se está escenificando hoy en nuestro país es lo que viene pasando desde que el hombre es hombre. La obra de teatro es la misma, solo cambian los actores.